miércoles, 5 de agosto de 2015

¿Qué significado tiene los colores del vino tinto?

En esta página encontrarán todo sobre el tema...

Mejor Sommelier 2015

En el siguiente link, encontrarán todo lo relacionado con el tema...

Vinos de película!


¿EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS?

Para los que no lo conocen, permítanme el honor de presentárselo. Este caballero de nombre Robert Parker, está hoy por hoy, considerado como un gran influencer en el mundo del vino, para muchos, mejor crítico de vinos en el mundo. Tanto es así, que de luego a su valoración, un vino puede catapultarse a la fama o caer en desgracia. Leí en Wikipedia que existen productores que "parketizan" sus vinos para adaptarlos al gusto de este personaje tan influyente para obtener así altas puntuaciones. ¿Será que el fin justifica los medios? 


FOTO PUBLICADA EN: www.thedrinksbusiness.com/2012/12/parker-sells-a-substantial-interest-in-the-wine-advocate-and-steps-down-as-editor/ 

Vino en nariz...


El vino tinto podría ayudar a quemar grasa corporal.



Fuente: www.mediatimez.com

Nueva York, 07 de febrero (IANS) El consumo moderado de jugo uva tinta o vino tinto podría mejorar la salud de personas con sobrepeso, ayudándoles a quemar grasa, dice un estudio.


Los investigadores, sin embargo, advirtieron que los productos químicos en las uvas de color oscuro no prometen una pérdida de peso milagrosa.



“No esperábamos, y no encontramos, que estos compuestos mejoren el peso corporal”, dijo Neil Shay, bioquímico y biólogo molecular de la Universidad del Estado de Oregón en los EE.U.U.

Pero al aumentar la quema de grasa, especialmente en el hígado, pueden mejorar la función hepática en personas con sobrepeso.

“Si pudiéramos desarrollar una estrategia dietética para reducir la dañina acumulación de grasa en el hígado, utilizando alimentos comunes como uvas sería una buena noticia”, agregó Shay.

Los investigadores expusieron las células hepáticas y grasas humanas cultivadas en el laboratorio a los extractos de cuatro productos químicos naturales que se encuentran en las uvas moscatel, una variedad de color rojo oscuro nativa de la parte sur-oriental de los EE.U.U.

Uno de los productos químicos, ácido elágico, resultó particularmente potente: Se redujo de manera drástica el crecimiento de las células de grasa existentes y la formación de otros nuevos, y también aumentó el metabolismo de los ácidos grasos en las células hepáticas.

En otro ensayo, los investigadores complementaron las dietas de ratones con sobrepeso, con extractos de uva pinot noir.

Algunos de los ratones fueron alimentados con una dieta normal de “comida para ratones”, que contiene 10 por ciento de grasa. El resto fueron alimentados con una dieta de 60 por ciento de grasa – el tipo de dieta poco saludable que hace acumular kilos de más en un cuerpo humano.

Durante un ensayo de 10 semanas, los ratones alimentados con alto contenido de grasa desarrollaron hígado graso y síntomas de la diabetes – las mismas consecuencias metabólicas que vemos en muchas personas sedentarias con exceso de peso, dijo Shay.

Pero los ratones gorditos que recibieron los extractos, acumularon menos grasa en el hígado, y tenían menor nivel de azúcar en la sangre, que los que consumieron la dieta rica en grasas solamente.

El ácido elágico demostró ser muy potente en este experimento, para bajar el azúcar en la sangre de los ratones alimentados con alto contenido de grasa a casi los niveles de los ratones delgados, normalmente alimentados.


Publicado en: The Journal of Nutritional Biochemistry.

Nuestra Alma Máter...





Publicado enhttp://elsommeliervenezolano.blogspot.com/ 

Vinos venezolanos premiados internacionalmente.



Fuente: Venezuela Analítica
Fecha de publicación: 30/11/2010

Pomar Petit Verdot 2008 y Pomar Tempranillo 2008, dos de los varietales de Bodegas Pomar, destacaron entre más de mil setecientos vinos de unas seiscientas bodegas, obteniendo dos de las medallas otorgadas por el jurado de Sélections Mondiales des Vins Canada, una de las más antiguas y exigentes competencias internacionales de vinos.



Gracias a estos nuevos galardones, la primera y única casa vitivinícola del país demuestra una vez más por qué es un referente en la elaboración de vinos venezolanos de excelente calidad, producidos a partir de uvas frescas cosechadas en su propio viñedo, ubicado en Carora, estado Lara.


Pomar Petit Verdot 2008 y Pomar Tempranillo 2008 compitieron con vinos provenientes de más de treinta países. Su calidad fue reconocida por un jurado de enólogos, periodistas y especialistas reconocidos por su integridad e independencia, que siguieron los procedimientos y fichas de cata especificados por la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), VinoFed y la Unión International de Enólogos (UIOE).


Los varietales de Bodegas Pomar ya exhiben en sus botellas de la cosecha 2008 la distinción obtenida, como garantía de calidad y excelencia. Con estas son tres las medallas que obtiene esta casa en el mencionado concurso (la primera fue en 2008 para Terracota Blanco 2007).


No obstante, la calidad de los productos de Bodegas Pomar ha sido reconocida anteriormente en otros prestigiosos concursos, siendo el espumante Pomar y el Pomar Reserva Tinto los más premiados. En la historia de esta casa se cuentan en total doce premios internacionales, que avalan la competitividad de los vinos de Bodegas Pomar.


Un premio en el 7me. Mondial de Vin et des Spirtuex, en Bruselas; cinco en el Challenge International du Vin, en Blaye-Bourg (Bordeaux); uno en el Concurso Internacional Vinalies, en París; dos en el Concorso Enológico Internazionale (Vinitaly) en Verona; y tres medallas en concurso Sélections Mondiales des Vins, en Montreal resumen el palmarés internacional de los vinos de Bodegas Pomar.


El gran esfuerzo de Bodegas Pomar por el sostenimiento de la cultura vitivinícola en el país, la dedicación de su gente en el cuido del viñedo, la esmerada selección de las mejores uvas y el estricto apego al Método Tradicional, se han reflejado no sólo en los premios obtenidos en concursos internacionales, sino también en el continuo reconocimiento de los consumidores.


Pero además, en el ámbito local Bodegas Pomar ha tenido motivos de celebración. Obtiene en 2004 el Tenedor de Oro que otorga anualmente la Academia Venezolana de Gastronomía y repite este galardón dos años más tarde, al reconocérsele su sostenido aporte al desarrollo de la vitivinicultura en Venezuela.


En resumen, en orden cronológico los reconocimientos obtenidos por los vinos de Bodegas Pomar son:


 La primera presea es la que el vino blanco de Viña Altagracia obtiene en el VII Concurso Mundial del Vino de 1992, en Bruselas.


 Medalla de bronce gana el tinto Viña Altagracia en el Challenge Internacional du Vin, Blaye-Bourg de Burdeos, ese mismo año 1992.


 En el marco del Challenge International du Vin realizado en la Vinexpo de Burdeos 1993, Viña Altagracia blanco y Pomar Brut se alzan nuevamente con medallas de oro y bronce, respectivamente.


 Un año más tarde, 1994 el concurso vinícola francés más famoso del mundo, premia a Pomar Reserva tinto con corona dorada.


 Viña Altagracia tinto vuelve a destacarse en 1997 en Francia, entre los mejores vinos europeos, obteniendo Plata.


 En el VI Concorso Enologico Internazionale de la Feria Mundial de Licores y Vinos de Italia Vinitaly, de 1998 en Verona, el tinto Pomar Reserva obtiene el premio Gran Menzione.


 Dos años más tarde, también en Verona, Pomar Brut repite con el más alto laurel otorgado por el exigente jurado del 'Concorso' celebrado en el 2000. Allí obtiene Medalla de Oro, tras competir con espumantes de todo el mundo.


 En el mismo año, a Pomar Brut le adjudican medalla de plata en el Concurso Internacional Vinalies, en París.


 En el año 2008, Sélections Mondiales des Vins Canada, una de las más completas y exigentes competencias internacionales de vinos, reconoce en su décimo quinta edición la excelente calidad de los aromas, colores y sabores del trópico presentes en Terracota Blanco, otorgándole Medalla de Plata en su primera cosecha.


 Más recientemente, Pomar Petit Verdot 2008 y Pomar Tempranillo 2008, se coronan medallas de oro y plata, respectivamente, en la décimo séptima edición del mismo concurso. En esta ocasión, los vinos Premium de Bodegas Pomar destacaron entre otros 1789 de más de 600 bodegas, provenientes de 32 países productores.

Publicado en: bodegaspomar.com.ve

4 razones para beber vino venezolano.



Publicado por Esnobismo gourmet el 25 de agosto de 2012 en Buen beber


Sin la tradición ni las condiciones ideales para la producción de la vid, el gigante cervecero empresas Polar en un principio en alianza estratégica con Martell y luego de propia cuenta, ha desarrollado un pequeño milagro enológico en Carora y esta son las razones por las que debes prestar atención a este prodigio


No. 1 Exotismo. Fuera de las franjas de los paralelos que delimitan las mejores áreas de producción del vino del planeta, los viñedos de Viña Altagracia logran producir variedades nobles en un clima tropical con lo que se produce el curioso fenómeno de las dos cosechas por año. La identificación de las mejores variedades para el terruño todavía es un proceso en desarrollo y, sin embargo, los productos son de alta calidad por lo que el incremento de la edad de las vides y el conocimiento profundo de las variables de producción aseguran cada día mejores vinos.


No. 2 Enólogo. Guillermo Vargas, apasionado de los viñedos del piedemonte larense desde sus días universitarios, ha tenido la oportunidad de ver crecer el proyecto de Bodegas Pomar y de alcanzar niveles de calidad tales que le han valido a los vinos reconocimientos en diferentes certámenes nacionales. Además, a través de las degustaciones que dirige y sus colaboraciones en medios impresos, ejerce un importante rol de comunicador e incluso instructor en el disfrute del vino.


No. 3 Espumosos. Elaborados según el método tradicional, los espumosos de bodegas Pomar son vinos que nada tienen que envidiarle a varios de sus pares del sur. De fina burbuja y buen carácter que recuerdan las notas de pan tostado y manzana verde, desde el demi sec hasta las ediciones especiales son productos para sentirse orgullosos del gentilicio.


No. 4 Petit verdot. Existe un consenso de que esta variedad es posiblemente la que mejor se ha adaptado al terroir caroreño. Con ella, Pomar elabora un vino de reserva y la base de vino tope de línea. La característica acidez y tanicidad de la cepa se muestra en todo su esplendor en vinos vigorosos y para amantes de sabores fuertes. A ciegas suele confundir a catadores expertos que, pese a identificar su exotismo, no logran imaginar que se tratan de caldos venezolanos.

Publicado en: bodegaspomar.com.ve


Normas para servir el vino...


* Se presenta la carta de vinos 

* Se ofrece asistencia para la elección 

* El sommelier está dispuesto a responder a preguntas sobre vinos, el carácter del vino, la comida, la compatibilidad y calidad de los mismos. 

* Se toma la orden por la derecha del anfitrión y el sommelier la repite para confirmar la misma. 

* Se selecciona la cristalería adecuada para el vino y se coloca sobre la mesa con ayuda de una bandeja 

* La cristalería se coloca a la derecha o directamente encima del cuchillo 

* El servicio comienza con la persona a la izquierda del anfitrión y sigue en el sentido de las agujas del reloj, hasta terminar con el anfitrión 

* Los platos base de la botella y del corcho se colocan a la derecha del anfitrión 

* El sommelier presenta la botella y repite el nombre y la cosecha para volver a confirmar la orden. 

* La cápsula se corta en el segundo gollete o reborde para impedir que el vino de gotee detrás de la lámina y en el futuro aporte contaminantes. 

* La cápsula se coloca en el bolsillo del sommelier y se limpia con un cristal la parte superior del corcho. 

* El sommelier inserta un sacacorchos o una herramienta similar necesaria para quitar el corcho 

*El corcho se retira con un movimiento mínimo de la botella y se libera fácilmente del cabo sin hacer ruido a la derecha del anfitrión. 

* La parte superior de la botella se limpia con una servilleta limpia y el corcho se presenta en un plato base a la derecha del anfitrión. 

* El sommelier sostiene la botella con la mano derecha con la etiqueta hacia el anfitrión y sirve al anfitrión una onza (28 cc.) o menos para que él o ella puede degustar el vino 

* El sommelier da un paso atrás y espera a la aprobación del anfitrión. 

* Después de la aprobación, el sommelier sirve el vino moviéndose hacia la izquierda del anfitrión en el sentido de las agujas del reloj – Mujeres primero, hombres después – El anfitrión siempre se sirve último independientemente de su género. Si hay un invitado de honor servir a esa persona primero y luego las mujeres, los hombres y luego al anfitrión. En grupos de ocho o más personas es aceptable servir a la totalidad de los comensales en un patrón de las agujas del reloj, independientemente del género. 

* La botella se sostiene con la mano derecha, la etiqueta mirando hacia el invitado. 

* La botella se limpia con una servilleta limpia de algodón después de cada servicio. 

* La botella se coloca en el plato base o en una frapera. 

* El sommelier consulta al anfitrión si puede retirar el corcho

Muy didáctico!! Cómo decantar un reserva...

Publicado en: vimeo.com/37904456

Servicio de espumoso...¡buenísimo!

Publicado en: vimeo.com/37904814

martes, 4 de agosto de 2015

Información que todo sommelier debe saber...



Publicado en: torresinfographics.com

El vino que sobra aguanta poco...

El oxígeno que queda en el espacio vacío de la botella en un principio apaga el sabor del vino y luego lo oxida. En la nevera pierde su encanto a los dos o tres días, por lo cual es el momento de acabarlo o de emplearlo para cocinar. Existen dispositivos para sacar el aire de la botella o para inyectar gas inerte que desplace el aire. El primer dispositivo a veces también se lleva elementos aromáticos o funciona de manera incompleta. El segundo aparato, el de la inyección de gas, no agrada a algunos conocedores del tema.

Publicado en: vimeo.com/37904456

Todo lo que hay que saber sobre vinos con madera y cuáles probar...


El roble es un sabor atractivo que en los vinos connota calidad. Cómo reconocerlo en el paladar y qué vinos tomar para conocer su sabor.

El buen vino es frutado. Sin embargo, hay vinos que además de frutas huelen y saben madera. No importa si son tintos o blancos. Lo importante es que ese trazo de madera aporta un sabor conocido y reconfortante, como vainilla, caramelo y cierto trazo de humo que da distinción al vino. ¿Pero cómo llegó ahí?

El sabor a roble es el resultado de un proceso en la elaboración del vino. De hecho, en rigor es un resultado secundario de un proceso, aunque para los consumidores es más importante el sabor que el proceso en sí. Nos explicamos: los vinos, tintos o blancos, son criados en barriles de roble como una forma de estabilizarlos y volverlos más longevos. La madera aporta, entre otras cosas, taninos gordos que le dan volumen, y al mismo tiempo realizan un complejo trabajo de oxidación que termina con cambios químicos en el vino.

El gusto de la madera
Para el consumidor, sin embargo, lo importante es otra cosa. La madera tiene perfume. Y en el contacto prolongado, de seis meses o más, ese perfume es adquirido por el vino y luego percibido como un sabor apetecible. Por ejemplo, en un típico Chardonnay con crianza recuerdan al caramelo, al whisky, a la vainilla y también a avellanas y castañas. Mientras que en tintos, destacan los trazos de vainilla, humo, cedro y sándalo. Todos aromas agradables y reconocibles, ya que son más cercanos para las personas que, por ejemplo, el cassis o la yesca que también se percibe en algunos tintos.

Más allá del sabor, la madera le aporta al vino cuerpo y estructura. Y eso también es detectable por el paladar de un bebedor. Así, un Malbec criado en roble, se presenta voluminoso y carnoso respecto de uno que no tiene crianza. Y así, la suma de aromas y sabores gratos, y de un paladar más corpóreo, transforman a los vinos de crianza en productos deliciosos. Ahora bien ¿cómo reconocerlos a botella cerrada?

¿Cómo reconocer un vino con roble?

En nuestro mercado, el indicador por excelencia del sabor y la textura de la madera es el término reserva o gran reserva en los vinos. Los primeros, son blancos que estuvieron a menos 6 meses en barricas o 12 para los tintos mientras que los gran reserva permanecieron 12 meses de mínima para los blancos y 24 para los tintos.

La diferencia de intensidad en el gusto de la madera se debe a muchos factores. Primero al hecho de si las barricas empleadas eran nuevas o no. Las nuevas tienen todo el perfume para cederle al vino, mientras que las que tienen uno, dos y tres usos tienen menos perfume para ceder. Lo mismo pasa con la nota ahumada, que es marcada en las barricas jóvenes tostadas y casi inexistente en las usadas. De forma que puede haber un vino reserva que no tenga una fuerte impronta a roble. Sin embargo, hay vinos que huelen y saben a roble que no necesariamente tuvieron crianza en barricas. Esos son los que en la etiqueta llevan algún apelativo de madera o roble, pero no las palabras reserva ni gran reserva. En suma, se trata de vinos a los que se les hizo una maceración con astillas de roble o con duelas –listones de madera- básicamente para obtener el sabor y no la estabilidad. Desde el punto de vista del consumidor son perfectos: ofrecen el gusto que quiere y además lo hacen a buen precio. La contrapartida está en que no sirven para ser guardados. Y en que no siempre están tan claros los límites entre los vinos que llevan astillas y los que pasaron algún tiempo con barricas.

Publicado en: vimeo.com/37904456

lunes, 3 de agosto de 2015

¿Por qué la mayoría de las botellas de vino son verdes?




Puede que alguna vez se hayan preguntado: ¿por qué el color de las botellas de vino es, en su mayoría, verde? Es cierto que existen también en otros colores. También es cierto que cada vez hay menos de color verde. Pero todavía siguen siendo la grandísima mayoría. Los colores verdes y verdes oscuros superan con creces al resto de tonalidades. Si buscas una respuesta rápida, has de saber que no la tiene. Efectivamente, como habrás oído, el principal factor que condiciona el color de las botellas de vino es la protección contra la luz. Pero no es, ni mucho menos, el único.


¿Cómo elegir el color de las botellas de vino?


Aunque efectivamente, el color del cristal está directamente relacionado con la protección contra la luz solar, ésta no es siempre la razón principal para su elección. De hecho, la razón real suele ser meramente comercial. Tanto a nivel estético como de conservación o económico. El cristal verde suele ser el más barato del mercado, lo que reduce costes. De hecho, probablemente de aquí provenga su uso. Antes de conocer el efecto que tiene la luz sobre el vino, aunque intuyendo que algo le hacía (de forma práctica, como se ha hecho toda la vida), los maestros vinateros guardaban el vino en barrica, que se disponían en la bodega, hasta ser servido en la botella en la que se lo llevaban los clientes. El vidrio verde es el más barato por la sencilla razón de estar tintado por impurezas de óxido ferroso, de hierro. Para quitar dichas impurezas hay que "limpiar" el cristal o trabajarlo de manera más fina, lo que encarece el coste. De hecho, probablemente las primeras botellas fueran de un color ambarino y sucio, más que verde, debido a las impurezas del cristal.


El tiempo ha demostrado que estos colores protegen mejor al vino, lo que se debe a la acción de la radiación ultravioleta sobre algunos componentes químicos que se destruyen ante la acción de la luz. En esta "evolución" del vino, con el tiempo, se van creando sustancias que afean el sabor y el olor. Por eso, muchos maestros bodegueros y enólogos prefieren proteger el vino ante la luz con más o menos esmero según la mezcla y la fermentación que lleve. Otra razón para elegir el color de las botellas de vino es el propio contenido. Algunas bodegas prefieren usar colores más oscuros para que no se aprecie tan fácilmente el nivel de vino consumido. En definitiva, como explicábamos, la elección del color de las botellas de vino depende de cuestiones cómo lo delicado que sea tu vino, a quién se lo quieres vender o cuanto te va a costar la producción y no solo por la protección contra la luz.


Mimando el vino en casa


El desarrollo de un vino es un proceso delicadísimo, un auténtico arte donde encontramos muchísima ciencia (y para eso existen los enólogos). Pero no vamos a entrar en este complicado tema, al menos por ahora. Sin embargo, sí vamos a hablar de por qué una botella de c

olor es mejor que una blanca. El vidrio transparente no filtra más que un pequeño porcentaje de la luz. El color verde, por el contrario, es capaz de filtrar entre el 30 y el 60% de la radiación. El mejor color, sin duda, es el ámbar, que atrapa casi el 90%. Por eso las botellas de cristal esmerilado ambarino de los laboratorios son de este color, para proteger los compuestos químicos que guardan. La luz del sol es muy energética. Los rayos que nos llegan están formados por un espectro, como un abanico, enorme de radiación. Algunas partes de este espectro ni si quiera las podemos ver (como la luz ultravioleta para la que usamos cremas solares o la infrarroja, muy poco energética). La energía que transporta es capaz de desestabilizar lo compuestos químicos contra los que chocan, por lo que reaccionan y se convierten en otra cosa.


Colocar un vidrio coloreado permite que las moléculas que dan el color "absorban" esa energía, de manera que protege el interior del recipiente.


El color de las botellas de vino no es la única medida de protección que se emplea. Éstas han de ser mimadas in extremis para conservar el máximo tiempo el olor, sabor y textura. Los vinos son bebidas fermentadas que permanecen "vivas" y siguen variando con el tiempo, lo que se denomina evolución en la jerga. Por eso, al bodeguero le interesa saber que lo que está vendiendo es un producto controlado y que no te encontrarás con sorpresas desagradables al beber el vino un par de meses después (o un año, o después de 5 años) de haberlo comprado. Por todo ello, las botellas, además, tienen su fondo convexo, lo que ayuda a distribuir la presión del gas en los espumosos, evita que el poso enturbie el vino además de darle mayor estabilidad a la botella. Los vinos son pequeñas obras de arte, muy cuidadas y mimadas, tanto por sus creadores como por sus aficionados. Y no es de extrañar. Más allá de los mitos, precios y demás, el vino es una sustancia compleja y delicada, con muchos secretos y detalles que bien merece la pena disfrutar. Independientemente del color de su botella.

Cómo detectar un vino con defecto...



No será usted la primera persona ni tampoco la última que, tras haber abierto una botella de vino haya pensado alguna vez que era defectuoso. Es sin embargo muy posible que no haya hecho nada al respecto, y que haya bebido el vino sin que éste le guste.
¿Cómo saber si un vino tiene defecto? 


Es una cuestión complicada. Para una persona que no sea experta, pero que beba habitualmente vino, si su intuición le dice que hay algo raro, lo más probable es que ese vino tenga defecto. Esperamos que, si esto ocurre, y detecta un defecto en un vino, no sea tras haber pagado una gran cantidad por uno de los mejores vinos que haya pensado probar. Es un lástima tener un defecto en un vino que se va a probar, pero es especialmetne doloroso cuando se tienen muchas ganas de probar un vino concreto....
Casi nadie devuelve el vino en un restaurante o en una tienda. La razón es sencilla: una mezcla de timidez y falta de certeza. “Tal vez el vino sea así, como no soy experto….”
Una vez vimos una persona en un restaurante que devolvió un vino hasta tres veces. Escuchando a esa persona y al sumiller, se podía entender que el cliente en cuestión buscaba impresionar a sus compañeros de mesa…. Nuestro consejo: no busque elevar su autoestima de esta forma, resulta ridículo, además de absurdo. Esto no es óbice para pedir el consejo del camarero o sumiller cuando usted piense que su vino no está bien. 


¿Cuáles son los defectos más normales o típicos en un vino? El primero de ellos es el olor a corcho. Cuando un vino huele a corcho, o que le recuerda al olor que tiene el cartón mojado. ¡Este defecto no se debe a que haya caído corcho en el vino! Sino que se debe a un moho que se adueña del corcho y que afecta a todo el vino. Si le sirven un vino con este defecto a corcho y usted cree que el vino está malo, le recomendamos que espere un poco. Mueva la copa del vino y el defecto del vino se hará más evidente, y lo será más aún pasados unos minutos. Si tiene alguna duda espere un poco antes de comentarlo al camarero. El defecto de corcho es uno de los más fáciles de aprender y detectar. Tras hacer uncurso de cata de vinos de no mucha duración se suele ser capaz de identificar este peculiar olor.
Se han hecho muchos esfuerzos en las bodegas por terminar con este defecto del vino, pero aún hoy hay entendidos que citan la estadística de una de cada quince botellas con este problema… pero como decimos, casi nadie se queja.
Otro defecto típico del vino es un sabor avinagrado. El olor a vinagre lo identifica prácticamente todo el mundo, y es fácil de detectar cuando un vino lo contiene… Es evidente que no puede ser tan obvio como en el vinagre que usamos a diario, pero sí lo suficiente para detectarse. ¡Si tiene dudas, pida un convoy y huela el vinagre!
Otro defecto es el de olor manzanas podridas… Se trata de un defecto que aparece cuando el vino se oxida. Para aprender identificarlo, nada mejor que dejar una botella de la que quede un poco de vino abierta unos días. Eche el vino entonces y aprenderá a identificar este defecto del vino causado por la oxidación.
En más de una ocasión hemos tenido que devolver vinos que habían refermentado en la botella. Esto puede ocurrir si el productor ha parado la fermentación antes de tiempo y no ha estabilizado o protegido al vino de manera suficiente. El resultado es un vino que parece moverse en su boca, y con un sabor muy extraño.
En ocasiones hay vinos donde se observa un cierto poso. Esto no debe confundirse con un defecto, sino que es muy posible que sea incluso una virtud del vino: el productor no ha querido “limpiar” en exceso el vino para evitar que de esta forma se pudieran perder muchas de sus cualidades.
En resumen, ¿Qué hacer si piensa que su vino tiene un defecto? Nuestro consejo es siempre dejar pasar unos minutos y, una vez confirmada su primera impresión, no ser tímidos y decírselo al camarero o sumiller, de una forma natural, sin pretender dárselas de entendido. Es mejor intentar describir lo que cree que no funciona: no basta con decir que el vino no le gusta, tendrá que decir que el vino tiene algo raro, ya sea que huele a corcho, o que está muy ácido (tal vez le hayan corregido de forma artificial la acidez) o que huele a moho, a vinagre o un poco a podrido.
Siempre será mejor disfrutar de un vino en su casa o en un restaurante, que no quedarse con la impresión de que ha pagado una buena cantidad de dinero por un defecto. Cuando la cata se realiza en una bodega, es más difícil detectar los defectos: el olor de la bodega es tan abrumador que enmascara muchos olores, y los defectos deben ser más evidentes que de costumbre para que se puedan detectar. 

La cruz de la verdad...



Esa cruz es la señal inequívoca de que el corcho es el correcto, cuando se habla de Cava. Atentos la próxima vez que descorchen una...





¿...y quién no se ha hecho esta pregunta?

¿QUÉ HACER CON EL VINO QUE NOS SOBRA?
Se trata de una pregunta recurrente. Son muchas veces en las que abrimos una botella de vino y al acabar la comida nos damos cuenta de que ha sobrado la mitad de la botella. “¡Eso nunca me pasa a mi!” Seguro que es lo que podéis pensar más de uno. La realidad es que ocurre muy frecuentemente, y es lógico, pues muchas botellas se abren para cenas entre dos personas, que han tenido un día repleto de trabajo y que tienen que madrugar al día siguiente…. Disfrutar de una copa es perfecto para una cena rápida, o para una velada viendo la televisión o escuchando música. ¿Pero qué hago con el vino que me ha sobrado? Da pena tirarlo…. Claro que da pena, ¡y no lo tires! Es posible que tengas alguna anécdota del vino servido en casa de un familiar o de amigo y que resultara prácticamente imposible de beber. Dejar un vino abierto varios días es poco recomendable… ¡y mucho menos ofrecer uno de estos vinos a una visita! Es cierto que si el vino está abierto entra en contacto con el oxígeno. El oxígeno no es bueno para el vino. Podéis pensar en lo que le pasa a una manzana al abrirla y al entrar en contacto con el aíre y el oxígeno. Lo mismo ocurre con el vino: se oxida. Esto ocurre más fácilmente a los vinos blancos, pues al tener “menos cuerpo” están menos protegidos que los vinos tintos. Pero les pasa también a los tintos. Éste tema es la típica cuestión práctica que se aborda en la mayoría de cursos de cata de vinos. Sin necesidad de atender uno, os resumimos aquí algunas recomendaciones. En primer lugar, no recomendaríamos guardar un vino sólo con el corcho. Si hace un poco de calor y dejamos así un vino blanco, es más que probable que al día siguiente se note un gran defecto en el vino. Pero es que, además, no tendría mucho sentido no guardar un vino en el frigorífico que normalmente se consume frío. Así que los vinos blancos, siempre a la nevera una vez abiertos. Es aconsejable sacarles el aíre. Existen sencillos tapones que se acoplan a bombas de extracción de aíre que apenas cuesta unos euros. A mucha gente no le gusta esta técnica, pero sin duda tiene más efecto que no hacer nada. Si sacamos el aíre y guardamos un vino blanco sobrante, es más que posible que lo podamos tener dos o tres días en la nevera y que el vino se conserve perfectamente. El vino habrá evolucionado, es seguro que los aromas más afrutados estén algo menos presentes, pero el vino seguirá estando en perfecto estado. ¿Qué hacer con un vino espumoso? Es un poco más complicado. Las burbujas son parte de la esencia de estos vinos. Si le extraemos el aíre para evitar la oxidación podríamos pensar que estamos, al mismo tiempo, extrayendo sus burbujas. En nuestra opinión para vinos espumosos es mejor no quitar el aíre y simplemente taparlos con un tapón. El vino deberá ir a la nevera, a la parte más fría si es posible, y ser consumido al día siguiente. Los vinos tintos tienen más protección contra la oxidación que los vinos blancos. Pero se oxidan igualmente. Para ver lo que ocurre, y como experiencia recomendable con un vino barato, es fácil dejar una copa de vino a medio llenar en la cocina. Espera un par de día sin tomarlo y luego inténtalo. Desagradable sin duda. Conviene por tanto sacarles el aíre, todo lo que podamos, hasta notar que la bomba ya no hace más trabajo. Posteriormente, déjelo en un cava de vino si tiene una. Si no la tiene lo puede meter en la nevera, pero nunca beba un vino tinto sacado de la nevera, lo tendrá que dejar a temperatura ambiente al menos media hora. De lo contrario el vino no sabrá bien, y presentará un carácter muy astringente. Una de las costumbres más asentadas (y erróneas) con los vinos abiertos se produce con los vinos de Jerez y los vinos de Oporto. Por alguna razón estos vinos se mantienen abiertos en algunas casas durante días, semanas y meses…. Gran error. Los vinos finos pierden todo su carácter al ser abierto. Lo mismo ocurre con los vinos de Oporto. Al ser vinos que suelen tener más contenido de alcohol hay la creencia de que éste los protege, pero en realidad el carácter de los vinos se pierde sin remedio tras estas prolongadas aperturas. Existe siempre el muy recurrido recurso de no usar los vinos para beberos, sino para cocinar. Cualquier vino de cierta calidad termina siendo el mejor ingrediente para una salsa. Cocinar con vino es siempre una opción que no debemos olvidar.

Datos interesantes...

Para los aficionados del vino espumoso queremos invitarlos a descubrir vinos espumosos de autor, que huyen de sabores convencionales y muestran el buen hacer de enólogos y viticultores que apuestan por la calidad y los métodos de elaboración naturales y tradicionales.
Cavas elaborados por viticultores artesanos con la sabiduría atesorada en la tradición transmitida de padres a hijos.

Diferencia entre el término Denominación de Origen (DO) y Denominación de Origen Calificada (DOCa)
Ambos términos garantizan que un vino está certificado por un Consejo Regulador y que cumple altos niveles de calidad.

Denominación de Origen (DO) es el nombre de una región, comarca, localidad o lugar determinado que haya sido reconocido administrativamente para designar vinos que cumplan las siguientes condiciones:

· Haber sido elaborados en la región, comarca, localidad o lugar determinados con uvas procedentes de los mismos.

· Disfrutar de un elevado prestigio en el tráfico comercial en atención a su origen; cuya calidad y características se deban fundamental o exclusivamente al medio geográfico que incluye los factores naturales y humanos.

· Además, han de haber transcurrido, al menos, cinco años desde su reconocimiento como vino de calidad con indicación geográfica.

Denominación de Origen Calificada (DOCa) deberá cumplir, además de los requisitos anteriores exigibles a las denominaciones de origen, los siguientes:

· Que hayan transcurrido, al menos, diez años desde su reconocimiento como Denominación de Origen.

· Se comercialice todo el vino embotellado desde bodegas inscritas y ubicadas en la zona geográfica delimitada.

· Cuente con un sistema de control desde la producción hasta la comercialización respecto a calidad y cantidad, que incluya un control físico-químico y organoléptico por lotes homogéneos de volumen limitado.

· Está prohibida la coexistencia en la misma bodega con vinos sin derecho a la DOCa, salvo vinos de pagos calificados ubicados en su territorio.

· Ha de disponer de una delimitación cartográfica, por municipios, de los terrenos aptos para producir vinos con derecho a la DOCa.